ESPINACAS

La espinaca es una pequeña hoja que a priori puede pasar por un alimento simple pero que guarda una complejidad nutritiva que pocas verduras tienen. La carga vitamínica y mineral de la espinaca es de las más altas por cada 100 gramos. 

Para empezar, en lo que a vitaminas  respecta, la espinaca es una fuente natural de vitamina A, imprescindible para la formación de huesos, tejidos blandos y mucosas. La riqueza de la espinaca en este tipo de vitamina la hace muy recomendable a cualquier edad. 

La espinaca, como otros tantos vegetales de hojas verdes, aporta altas dosis de ácido fólico al organismo. Esta vitamina de tipo B es importante para proteger las células sanas o prevenir la anemia, entre otras funciones. 

También ofrece la mitad de la vitamina C que un cuerpo adulto necesita a diario, y su sencillez y versatilidad en el consumo hace que podamos consumirla de múltiples formas, como por ejemplo en deliciosos y nutritivos concentrados de espinacas. 

LA ESPINACA APORTA MINERALES COMO EL CALCIO O EL FÓSFORO

Los minerales son una parte esencial en los componentes nutritivos de la espinaca. Entre los más destacables podemos encontrar el magnesio y el hierro, pues las cantidades contenidas en 100 gramos de espinacas casi cubren las necesidades diarias. 

Otro aspecto a destacar en la espinaca es su nivel proteínico, bastante superior a lo que suele ofrecer en este campo nutritivo una verdura. Por ello, se considera a la espinaca una verdura tan completa como el brócoli o el espárrago en lo que a proteínas se refiere. 

La espinaca puede consumirse en concentrados, zumos o purés.