CEREZA

La cereza es una fruta primaveral y de estética atractiva. Su sabor dulce la convierte en un manjar indiscutible que esconde en su rojiza piel numerosos beneficios para la salud. 

Se trata de una fruta llena de matices y contrastes. Por un lado, posee un bajo nivel calórico y apenas tiene grasa. A su vez contiene hidratos de carbono, la mayoría de fructosa. Dichos contrastes son apreciables en formatos dispares como el zumo de cereza o el puré de cereza.

La vitamina C es la de mayor presencia en la cereza, pero no la única importante. El aporte en betacaroteno es interesante para combatir la acción de los radicales libres, y el de vitaminas como la tiamina (B1) o piridoxina (B6), favoreciendo, entre otras, las funciones del aparato digestivo. 

LA CEREZA APORTA ÁCIDO FÓLICO AL ORGANISMO

Esta fruta ofrece dosis considerables de potasio, mineral que ayuda en múltiples funciones del cuerpo humano, entre ellas algo tan importante como la formación de la orina. 

Además, la cereza destaca por su contenido en fibra, lo que le confiere ciertas propiedades laxantes muy beneficiosas para el alivio del tránsito intestinal. Otras frutas fuente de fibra son la mora, la fresa o la mandarina. 

La cereza puede consumirse en concentrados, zumos y purés.